domingo, 7 de diciembre de 2014

EL GLORIOSO ( NAVIO)


Esta es la historia  del navío de línea español Glorioso, que en julio de 1747, en su viaje de América a España, sostuvo cuatro combates distintos con cuatro grupos navales ingleses, derrotando a tres y rindiéndose durante el cuarto encuentro por falta de munición, tras haber cumplido su misión originaria.

   El Glorioso, de 70 cañones y botado en La Habana en 1740,  transportaba 4 millones de pesos en plata desde América al mando del capitán Don Pedro Mesía de la Cerda. A su paso por las Azores, Mesía distinguió entre la niebla un convoy inglés. Cuando ésta se disipó, quedaron a la vista unos 10 buques enemigos, de los cuales tres eran buques de guerra: el navío Warwick de 60 cañones, la fragata Lark de 40 cañones y un bergantín de 20 cañones. Este último aprovechando la velocidad se colocó en la popa del Glorioso para cañonearlo, siendo rechazado por el rápido emplazamiento de 4  cañones de 18 y 24 libras en la popa del navío español. El comodoro Crookshanks envíó entonces a la fragata al encuentro del buque español, con la esperanza de ganar tiempo y poder acercarse con su navío. El encuentro fue desastroso para la fragata que tuvo que retirarse esa noche con graves daños en casco y aparejo. A las 2 de la mañana el Warwick consigue presentar línea al navío español y tras una hora de cañoneo, una andanada del Glorioso derriba el mástil principal del buque inglés, provocando gravés averías en su aparejo y obligándolo a retirarse. Mesía decide retirarse antes que rematar al buque inglés por desconocer si había más buques enemigos en la zona.
   Tras este primer combate, el Glorioso sigue su camino a España, reparando algunos daños sobre la marcha. El día 14 de agosto, navegando ya en las cercanías del cabo Finisterre, el buque español se encuentra con el navío Oxford de 50 cañones, la fragata Shoreham de 24 cañones y un bergantín de 20 cañones. Obligado a trabar combate y tras unas horas de cañoneo, el Glorioso pone en fuga a los buques ingleses, no sin antes perder su bauprés. Finalmente, 2 días después hace su entrada en el puerto de Corcubión, donde desembarca su preciada carga y hace las reparaciones necesarias para mantener la navegabilidad del buque.

    El capitán Mesía decide entonces poner rumbo a El Ferrol, pero las condiciones de la mar lo obligan a cambiar de planes y opta por dirigirse a Cádiz. El 17 de octubre, frente a las costas del sur de Portugal se encuentran con un grupo de 5 fragatas corsarias enemigas de 24 cañones, apodadas “La Familia Real” por llevar nombres de los miembros de la familia real británica. Se le acerca primero la King George, que tras breve intercambio de disparos queda fuera de combate. Poco después consiguen acercarse el resto de fragatas, que entablan combate con el navío español. De repente aparece en escena el navío inglés de 50 cañones Darmouth, que se acerca al Glorioso, intercambiando ambos nutrido fuego. Una andanada del buque español hace blanco en la santa bárbara y el buque inglés estalla, muriendo toda su tripulación salvo 12 hombres.
     Un grabado reproduce el encuentro del Glorioso con las fragatas de la Familia Real
Tras este tercer combate, el Glorioso siguió su camino a Cádiz, pero el 18 de octubre se unió el navío de línea de 80 cañones Russel a las fragatas perseguidoras, y todos a la vez se acercan y abren fuego contra el Glorioso, que logra defenderse durante toda la noche. En la mañana del día 19, debido a los daños sufridos, a la falta de munición para continuar el combate y a la extenuación de la tripulación, el capitán Mesía, considerando imposible seguir la defensa, rinde la nave.
      El Glorioso es trasladado a Lisboa, donde una inspección descarta su inclusión en la Marina Real británica debido a los daños sufridos y se decide desguazarlo. El capitán Mesía y su tripulación fueron conducidos a Londres donde se les trató con respeto y admiración, mientras que el comodoro Crookshanks, responsable del combate de las Azores, tuvo que enfrentarse a un consejo de guerra y fue expulsado de la Marina Real. Posteriormente, Mesía de la Cerda alcanzaría el grado de Teniente General de la Real Armada y sería nombrado Virrey de Nueva Granada.

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