Todas estas leyendas o mitos con caracter sagrado sobre oro nacen de una fuente comun: los Molinos de la Griega o los Hornos del Griego.
Sabido es en la provincia de Leon se hallaban la gran despensa aurifera del imperio romano, pero antes de que arribaran aqui los romanos ya se explotaban minas auriferas en tierras leonesas. Los reyezuelos indigenas vendian metales preciosos a comerciantes griegos y se transportaban a lo largo de La Via de la Plata , hasta tierras de los Tartesos. Los romanos se enteraron de estas explotaciones y comercio y resolvieron ocupar estas tierras por la gran codicia del oro. Otras veces arrendaban explotaciones a libertos griegos.
La Griega es la mujer atea que se alza llena soberbia ante las divinidades lanzando frases de desafio: <<>>. Y La Griega camina hilando un copo de lana con rueca incrustada en la cinta del mandil y movimiento el fuso que gira vertiginoso. Va en madreñas, hundiendo los tarugos en el terreno por donde se ha de trazar el canal, luego tapa con el mandil para remansar el agua.
Todo responde al lavado del mineral aurifero. Las aguas se remansan , se praztican pozos y galerias por el terreno y cuando La Griega lo manda se suelta el agua embalsad que arruina el monte. Luego se lava la tierra , el lodo, se extienden argomas y pieles de carnero recortado cubriendo la baja pradera a fin de que entre la lana se detenga el polvill9o de oro o las pepitas.
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